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lunes, mayo 08, 2017

El voto francés contra el ultranacionalismo

Por Amando Basurto-

Ayer, la derrota electoral de Marine Le Pen en Francia tomó a muy pocos por sorpresa. A pesar de registrarse el más alto nivel de abstencionismo (casi 30%) en más de 30 años, el triunfo de Emmanuel Macron ha sido contundente. El resultado deja muy pocas dudas, los franceses son conservadores pero no ultranacionalistas. En los próximos días veremos, muy probablemente, análisis sobre cómo las identidades locales/regionales han resistido históricamente políticas y discursos ultranacionalistas (como los de la familia Le Pen y allegados) y cómo influyeron en las elecciones de ayer.

El triunfo de Macron es un “triunfo por amontonamiento” (como lo fue el de Jacques Chirac sobre Jean-Marie Le Pen en 2002), es un triunfo de “todos contra Le Pen”. El llamado a votar en contra de políticas patrioteras, aislacionistas y xenófobas (y religiosamente discriminatorias) fue suficiente para que una gran mayoría de los franceses que votaron lo hicieran a favor de políticas neoliberales concentradas en En Marche!, el movimiento “ciudadano” independiente que Macron creó tras salir de entre las filas del Partido Socialista hace un año. Es importante resaltar que Macron fue electo por alrededor del 66% de los votantes en una elección en donde los votos blanco y nulos fueron de casi 10% y en donde votaron 33 de 47 millones de votantes inscritos (de un total de casi 70 millones de posibles votantes).

En Marche! asemeja una versión francesa de la Tercera Vía que, sin romper con el neoliberalismo imperante por cuarenta años, pretende ciudadanizar la agenda pública y re-moralizar la política en Francia. Es un remozamiento “popular” de la derecha tradicional que pone en evidencia el bipolarismo partidista heredado del siglo XX. Aún más importante para muchos, Macron promete afianzar el papel de liderazgo de Francia dentro de la Unión Europea (ojalá lo haga de una marea mucho menos parca que su discurso de victoria el día de ayer). Resulta irónico que el discurso ultranacionalista del Frente Nacional haya resultado antipatriótico al llamar hoy a romper con la Unión Europea por que no puede haber algo menos franco-nacionalista que seguir el ejemplo de los británicos (Brexit). Macron, por su lado, no dudó en aparecer frente a las banderas francesa y europea durante su discurso de victoria (veremos como influye esto en la negociación que Theresa May tiene que realizar para completar la escisión del Reino Unido de la Unión Europea). El gran reto de Macron será generar rápidamente una alianza estratégica para las elecciones legislativas que se llevarán a cabo en un mes ya que la Asamblea, por el sistema de cohabitación francés, puede reducir mucho su margen de maniobra si no lograse designar un primer ministro que conduzca su agenda de manera exitosa.

La gran perdedora de las elecciones en Francia (como parece ser una constante alrededor del mundo) es la izquierda (moderada y radical), que no ha podido articular un discurso ni políticas convincente frente a los nuevos retos que impone un mundo mucho mejor “conectado” que sólo ha favorecido un gran acumulación de riqueza en las manos de unos pocos.

miércoles, noviembre 14, 2012

El primer paso serio de diplomacia en Siria

Por Amando Basurto –

El presidente de Francia –François Hollande– anunció formalmente el día de ayer que su gobierno reconoce y promete asistencia al grupo rebelde que ha puesto en jaque al gobierno de Siria por alrededor de 20 meses. Después de muchos esfuerzos por parte de los rebeldes, el gobierno francés es el primer occidental en declarar abierta y formalmente su apoyo diplomático (y probablemente después con armamento). El primer gran paso lo tuvieron que dar los diversos grupos rebeldes al negociar con el Consejo de Cooperación del Golfo y conformar una sola fuerza político-militar. Desde el domingo el grupo rebelde se denomina “Coalición Nacional de las Fuerzas Revolucionarias y de Oposición Sirias,” y está formalmente dirigido por Ahmed Moaz al-Khatib.

Khatib es un geólogo Sunita que también ha sido imam (clérigo musulmán, líder de oración) de la Mezquita Umayyad en Damasco y profesor de Sharia (ley islámica). Como un opositor histórico del régimen Assad, Khatib ha promovido por años reformar el sistema político sirio para convertir a éste en un país plural y democrático. Tras su último periodo en prisión, el ahora líder formal de la Coalición se refugió en Egipto el pasado mes de julio. Su perfil de Sunita educado y moderado le otorga una posición estratégica en la consecución de los objetivos diplomáticos de la Coalición que por ahora se concentran en el reconocimiento.

Como ya había apuntado en un artículo publicado aquí el 16 de febrero pasado, reconocer el status de beligerancia de los grupos rebeldes sirios es, y desde el principio ha sido, la opción más razonable y coherente para auxiliar en aquel conflicto civil. Reconocer diplomáticamente la beligerancia de la Coalición significa que otros Estados y Organismos Internacionales le reconocen garantías internacionales pero también le asignan responsabilidad político-internacional sobre el conflicto y su solución. Los rebeldes, de esta manera, se vuelven sujetos de crédito y podrían convertirse en sujetos de asistencia militar. Esto implica otorgar espacio jurídico-político al grupo rebelde y delimitar el reconocimiento general de la soberanía del Estado Sirio.

El gobierno estadounidense también reconoció a la Coalición pero lo hizo de manera sigilosa y hasta timorata. Parece ser que la inteligencia estadounidense no ha dado del todo el visto bueno a la capacidad de Khatib de ordenar las fuerzas rebeldes en su totalidad y de garantizar que la Coalición no albergará extremistas o miembros de al-Qaeda. Los gobiernos británico y alemán, hasta el momento, siguen viendo a los toros desde detrás de la barrera, prometiendo apoyar los esfuerzos de pacificación del Consejo de Cooperación del Golfo. Por otro lado, los gobiernos ruso y chino (quienes han usado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU) deberán repensar su posición, porque mantener el apoyo irrestricto al gobierno de Assad ya no es una alternativa viable. A ningún país le conviene convertir el conflicto Sirio en un conflicto indirecto (proxy war) entre grandes potencias. También es prioritario evitar que el conflicto se regionalice, lo que implica no sólo que el gobierno turco debe mantener la cordura y no caer en provocaciones sino mantener a Israel lejos de intervenir en el conflicto.

El reconocimiento francés a la Coalición rebelde indica que la Unión Europea, en medio de su crisis financiera, no tiene una política exterior consistente y unísona. Sin embargo, el mismo reconocimiento también confirma la consistencia de una política del Estado francés de recuperar su carácter de actor internacional con iniciativa; no olvidemos que fue a iniciativa de Nicolás Sarkozy (y tras recibir éste en París a miembros del Consejo Nacional Libio de Transición) que las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte asistieron a los rebeldes libios para derrocar al gobierno de Muamar el Gadafi.