Florida is a must for Gingrich and Romney.
Por Miguel Ángel Valenzuela Shelley
Se le llama Súper Martes a
aquellos procesos en las primarias –caucus o elecciones primarias- que se
definen el mismo día en varios estados; tal es el caso del martes 6 de marzo,
en que 11 estados y 466 delegados/electores del Partido Republicano estarán en
juego. Sin embargo, este próximo martes 31 de enero, fecha en que se realizarán
las elecciones primarias en Florida, también puede ser considerado como Super Tuesday dado el impacto que puede
tener sobre las diferentes candidaturas.
Según analistas y políticos
republicanos como Mark Mckinnon o Tom Cole, sería decisivo tanto para Newt
Gingrich como para Mitt Romney el resultado de las primarias en Florida. El
primero (Gingrich) ha apostado a que el ex gobernador de Massachusetts no puede
ganar los votos de verdaderos republicanos dado su cuestionable o moderado
conservadurismo, y puesto que en Florida sólo podrán votar republicanos
previamente registrados (elección cerrada) se pondrá a prueba la estrategia del
otrora speaker of the House. En
consecuencia, además de perder los 50 delegados que representa el sureño
estado, se debilitaría la campaña a nivel nacional al demostrarse la fallida
campaña. Para Romney es igualmente importante Florida, ya que sería una segunda
derrota –o tercera, si contamos el tardío revés en Iowa- pero esta vez en un
estado realmente en juego.
La victoria, en cambio,
significaría impulsar a Newt Gingrich en swinging
states y aguantar las muy probables derrotas en Nevada y Michigan,
fortaleciendo tanto la idea del débil conservadurismo del ex gobernador de
Massachusetts, como la de que él es el candidato que reformará el sistema de
Washington. Para Mitt Romney, sería recuperarse de South Carolina –y Iowa-
mostrando que sí es capaz de convencer al conservadurismo duro y no sólo al
moderado.
Las candidaturas de Gingrich y
Romney se han fortalecido los últimos días como resultado de la decisión de
Rick Santorum y de Ron Paul de abandonar el estado antes del martes 31. Mientras
que los simpatizantes de senador por Pensilvania (Santorum) se están inclinando
por Gingrich, quienes apoyan al representante por Texas (Paul) lo hacen por
Romney. Esto se ha visto reflejado en las encuestas, ya que han intercambiado
la ventaja en las preferencias electorales. Inclusive al día de hoy –viernes
27- algunos estudios ubican como ganador a Mitt Romney y otros a Newt Gingrich,
mayormente por diferencias marginales.
Dadas las características de
Florida –extensión, población e ideología- tres son los elementos a considerar
si se quiere comprender y ganar las elecciones en ese estado –ya sean estas
primarias o generales: el dinero, la estructura política y el voto latino. Como
se mencionó en una nota anterior y así ha sucedido, se enfrentarían las
finanzas de Romney contra la estructura política a la que podría acudir
Gingrich. El ex gobernador ha inundado la televisión con propaganda y ataques
al ex vocero de la Casa de Representantes, esperando ganar espacio entre
republicanos duros y consolidar la preferencia de los moderaos. Gingrich a su
vez ha ido ganando simpatías en el Tea
Party, que se ha convertido en una fuerza política de mucho peso y amplia
estructura en Florida. De hecho el Senador Marco Rubio, que aunque parece
inclinarse por Newt Gingrich no ha tomado partido claramente, pertenece a este
grupo político.
Un factor clave es el voto latino
y cómo el tema de la inmigración podría inclinar la balanza en las preferencias
de este sector. El ex gobernador Jeb Bush señaló en un artículo el día de hoy,
cómo el Partido Republicano depende de este sector de la población para ganar
la elección frente a los Demócratas. En él, Bush subraya que el tema debe tener
dos ejes; uno) virar de seguridad a economía el centro del debate, inclusive en
la reforma migratoria; y dos) comprender la variedad de condiciones de los
latinos en Estados Unidos, y no percibirlos como individuos sin educación, en
busca de cualquier tipo de empleo y que no pagan impuestos, generando un alto
costo para el gobierno. Al respecto, quien más se ha identificado con el tema o
se ha mostrado más sensible es
Gingrich; Romney en cambio, en los últimos días ha insistido en aclarar su no origen mexicano, amén de mostrarse
como el más duro respecto a los inmigrantes ilegales. Paradójicamente ese tema
en particular aunque podría ganarle algunas simpatías en conservadurismo duro,
también podría costarle mucho apoyo de la comunidad latina.