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martes, junio 06, 2017

Los resultantes electorales de la jornada dominical

Por Amando Basurto-

Ya se ha enfatizado la importancia de la jornada electoral del día domingo al ser el prefacio a las elecciones generales del próximo año. Vale la pena hacerlo aquí de nuevo. Todavía falta tener a mano los resultados finales de las elecciones llevadas a cabo en Coahuila, el Estado de México, Nayarit y Veracruz para poder hacer un análisis completo de lo ocurrido, si embargo es posible señalar un par de resultantes cuya relevancia será mayor conforme pasen los días y los conteos distritales y la calificación de la elección se realicen.

Primero, parece haber un partido ganador en la contienda del domingo. El Movimiento de Regeneración Nacional se posicionó fuertemente en el Estado de México a pesar de su probable derrota. El corto margen reportado con el 97% de las casillas computadas en el Programa de Resultados Electorales Preliminares entre los candidatos de MORENA y del Partido Revolucionario Institucional es de menos de 3% lo que indica que, a pesar del poderío electoral del PRI en aquel estado, a penas le fue suficiente para no perder. Pero más importante que el margen de diferencia entre ambos candidatos es la cantidad de votos que gana el partido de López Obrador en total. Hay que recordar que la lista nominal del Estado de México contiene poco más de 11 millones de posibles votantes y por ello representa fundamental en las aspiraciones de cualquier partido a ganar elecciones presidenciales. La cosecha de MORENA el pasado domingo rebasa un millón quinientos mil votos, convirtiéndola en la primera fuerza política en el Estado de México (ya que Alfredo del Mazo obtuvo arriba de un millón novecientos pero sólo tras la suma de los votos aportados por PRI, PVEM, PANAL y ES en coalición). A esto habría que sumar las cosechas electorales de MORENA en las elecciones llevadas acabo justo hace un año tanto en Veracruz como en la Ciudad de México. En el primer caso, el candidato Cuitláhuac García (MORENA) obtuvo poco más de 809 mil votos por debajo de dos coaliciones electorales (una PAN/PRD y otra PRI/PVEM/PANAL/AVE); en el caso de las Ciudad de México MORENA obtuvo (en las elecciones a la Asamblea) casi 750 mil votos, convirtiéndose en la primera fuerza política en la capital del país. Esto quiere decir que MORENA es hoy la primera fuerza electoral en tres de los cuatro estados con los padrones electorales más grandes (el otro caso es Jalisco).

Esto no quiere decir que Regeneración Nacional vaya en caballo de hacienda rumbo la contienda electoral de próximo año, ni mucho menos. El principal enemigo de ese partido es la soberbia y egolatría de su dirigente (y su dirigencia en lo general) y, por ello, el primer reto a vencer es el caudillismo que tanto daño político le ha causado a nuestro país históricamente. Lo que los resultados arriba mencionados indican es que estamos entrando en un momento parteaguas en la historia electoral en nuestro país que se caracteriza, uno, por requerir coaliciones para ganar elecciones (ya sea que la izquierda encuentre una manera de ir en coalición o que se fragmente en el intento de detener al partido de más rápido crecimiento electoral) y, dos, por haber abierto una escotilla falsa a las candidaturas independientes (que muy difícilmente podrá contender contra las maquinarias partidistas y de coalición en el 2018).

Pero más allá de los partidos políticos y de sus “triunfos” del pasado domingo hay una segunda resultante que habrá que seguir de cerca: el actuar de las autoridades electorales (institutos y cortes). La mala, ineficaz, o cómplice acción de estas autoridades es el un problema fundamental en nuestro sistema político. Habrá que esperar a ver lo que sucede y habrá que estar pendientes del resultado de conteos distritales y de la calificación de las elecciones (tan sólo en el Estado de México se registraron casi doscientos casos de posibles delitos electorales en la jornada del domingo). Mientras elecciones con la enorme cantidad de irregularidades como las disputadas el domingo no sean descalificadas por las instancias judiciales, el sistema electoral mexicano seguirá preso de una corrupción legalizada que perpetúa, con razón, la incredulidad ciudadana en sus instituciones. Se requiere de medidas políticas, legales y judiciales radicales para romper con el círculo vicioso (hoy tan común) de la corrupción electoral en nuestro país. Sin estas medidas no podemos llamar a nuestro sistema político, ni siquiera de manera laxa, una democracia.


Amando Basurto Salazar

Doctor en Política por la New School for Social Research, N.Y. y Maestro en Estudios en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México 

miércoles, noviembre 23, 2016

Pero pese a todo, ni excusas, ni esclusas.


Hace ya dos semanas de la elección de Donald Trump en los Estados Unidos y parece que a algunos aún nos cuesta trabajo aceptar o entender el resultado. El hecho de que Hillary Clinton haya ganado el voto popular por cerca de un millón de votos pero perdido la elección, reaviva los cuestionamientos sobre el sistema electoral estadounidense y probablemente –como en el año 2000 con la elección de George W. Bush- impacte en la legitimidad de la Administración de Donald Trump; pero poco abona a pasar el trago amargo de la elección y menos aún para dejar de preocuparnos por los cuatro años –ojalá no sean ocho- que lentamente pasarán a partir del 20 de enero de 2017, cuando tome juramento el presidente electo. La esperanza de que el Colegio electoral vote el próximo 19 de diciembre en un sentido contrario a lo implícitamente instruido a él por el voto estatal, pero obedeciendo al voto popular, es en realidad un sueño de opio, sin ningún sustento histórico. Asumiendo, pues, una inevitable presidencia de Donald Trump, tenemos que hasta ahora las señales que ha dado no son nada halagüeñas, no obstante sus primeros mensajes la noche misma de la elección.
La preocupación sobre una eventual presidencia de Trump creció luego de las sorprendentes victorias del Brexit, en la Gran Bretaña, y del No al Acuerdo de Paz, en Colombia. Conforme se acercaba el martes 8 de noviembre la sorpresa se veía cada vez más lejana; posible, aunque poco probable y viceversa. La preocupación creció cuando el FBI reavivó el tema de los e mails de Clinton a sólo unos días de la elección; las encuestas que seguían favoreciendo a la demócrata, ya no le daban la holgada victoria de semanas anteriores y los estados indecisos comenzaban a inclinarse hacia Donald Trump. La –ahora dubitativa- confianza de los demócratas, de los simpatizantes de Clinton –que seguro había- y de quienes querían (o deseaban) evitar a toda costa un triunfo del candidato Republicano, descansaba en que el voto femenino, el latino y el de los negros, sumados a los anteriores, eran más que suficientes para vencer a Trump y sus radicales, aún con la base dura del Partido Republicano. Sin embargo, la confianza se convirtió el preocupación a tempranas horas del martes 8; la preocupación en nerviosismo, al anochecer cuando comenzaban a llegar los primeros resultados; el nerviosismo en incredulidad, cuando la victoria de Donald Trump se perfilaba como inevitable; y finalmente, la incredulidad en estupor, en angustia, con el twitt derrotista de Clinton a las 19:55 : “gracias por todo”.
A pesar de que el abanderado del Partido Republicano hablaba de unión y de que se llevarían bien con todas las naciones –aunque no quedó claro si se refería a las naciones dentro de su país o a las naciones en el ámbito internacional- las señales que ha enviado a su país y al mundo, con los nombramientos para su gabinete confirman que lo dicho por el entonces candidato Trump, son verdaderas ideas o al menos intenciones reales, y no mero posicionamiento electoral. Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano y quien fungirá como jefe de gabinete, es una inteligente designación, toda vez que su cercanía con Paul Ryan –presidente de la Cámara de Representantes- podría facilitarle al Presidente Trump impulsar su Agenda; era de esperarse alguien del Partido, cercano a la Cámara Baja, en ese puesto. Sin embargo, las designaciones de Steve Bannon, Jeff Sessions, Rudy Giuliani, Mike Flynn o Mike Pompeo, auguran una Administración conflictiva tanto al exterior como al interior del país norteamericano. Racismo, beligerancia, militarismo y maniqueísmo, son aspectos constantes en el perfil de estos individuos que –al parecer- formarán parte esencial del gabinete de Donald Trump; la pluralidad anunciada por Mike Pence, estará por verse.
La angustia sin duda debe convertirse en aceptación y estrategia; el momento del espasmo ya pasó. La realidad es que Donald Trump será presidente y hay que enfrentar la situación. Esta semana habrá ya reuniones entre equipos de trabajo del gobierno mexicano, encabezado por el embajador Sada, y miembros del gabinete del futuro presidente; los temas a tratar serán primordialmente migración y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Evidentemente la idea es sondear las intenciones reales de la próxima administración en temas clave de la Agenda bilateral, y con base en ello determinar la estrategia a seguir e incluso la asignación de recursos. Averiguar si el temor está justificado.
Pero tengamos presente, que pese a todo, pese a los malos augurios, desalentadoras señales y advertencias (¿acaso?) veladas, las amenazas para nuestro país, no vienen primordialmente del magnate neoyorquino y su gabinete, del adverso entorno internacional y la inestable economía global, sino de nuestra clase política, de la corrupción, de la impunidad, del fortalecimiento del crimen organizado y de sus nexos con los gobiernos locales, estatales y federal; de nosotros mismos como Estado. El daño que Trump le puede hacer a México derivado de sus políticas es muy serio, pero palidece frente al daño que nuestra clase política le sigue haciendo a nuestro país, a nosotros mismos; y en mucho casos, nosotros, somos cómplices. Sin lugar a dudad la clase política –el partido político que gusten- verá en Trump y su racismo, su miopía, su ignorancia, una excusa para explicar la situación económica, la falta de crecimiento, el desempleo; y con ello una esclusa a la presión social (por todo lo anterior y) por la inseguridad, por los gobernadores que han desfalcado a sus estados, por los 43 de Ayotzinapa, por la cada vez más preocupante y creciente cifra de feminicidios en el país y las perennes promesas incumplidas. Unas vez más, la culpa no está en (las barras y) las estrellas, sino en nosotros mismos, pues en nosotros está el impulsar mecanismos que permitan combatir estos y otros problemas del Estado mexicano. Debemos exigir transparencia, rendición de cuentas y mayor participación ciudadana en la toma de decisiones; y nosotros debemos participar.

jueves, noviembre 03, 2016

Algo está podrido…y no es en Dinamarca.


Something is rotten in the state of Denmark”, dice el centinela Marcelo al príncipe Hamlet antes de que apareciera el fantasma de su padre, el Rey, anunciando su asesinato a manos de su hermano, Claudio; por ello es que la frase es utilizada para hacer referencia a la descomposición de un Estado o de un gobierno, debido a la corrupción, la descomposición social, política, o las intrigas y luchas palaciegas. La frase también podría aplicarse a México, pero no en un contexto literario o de historia novelada, sino a la turbia, violenta y triste realidad, que no deja de dolernos, de sorprendernos, de acostumbrarnos. Las historias –a veces historietas- de gobernadores o ex gobernadores, que desde que estaban en ejercicio de sus funciones eran acusados de corrupción, represión o incluso de crimen organizado y luego de abandonar su cargo están prófugos habiendo dejado a sus estados quebrados y endeudados, indignan, pero poco extrañan a una población acostumbrada al encubrimiento de la clase política. Las ejecuciones, la inestabilidad política, las reformas ineficientes, el desempleo, la inflación y los “justicieros”, son simplemente expresiones de la, más que crisis, descomposición del Estado mexicano.
Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, solicitó licencia para dejar su cargo 48 días antes de terminar su gestión y entregar el despacho al panista de turbio pasado, Miguel Ángel Yunes. La razón, según Duarte Ochoa, descansaba en su amor por Veracruz y abrir la posibilidad a una investigación que lo exonerara de acusaciones como lavado de dinero y delincuencia organizada, principalmente. Pero como se anunciaba y cualquier persona con un uso eventual de su intelecto podía adivinar, Javier Duarte aprovechó esa oportunidad para huir o al menos, esconderse. La sospecha de pacto o encubrimiento –una vez más- ha dominado la opinión pública. Y es que la evidencias de culpabilidad eran claras, las pruebas de enriquecimiento ilícito y de fraude contra las arcas del estado eran cosa de todos los días, meses, incluso años antes de que pidiera licencia Javier Duarte.
El ahora ex gobernador deja al estado de Veracruz en quiebra y profundamente endeudado; debiendo cerca de cuatro mil millones de pesos tan sólo a Soriana y a municipios. Por cierto, parte de la deuda a Soriana es producto de la compra de monederos electrónicos que se repartieron en la campaña electoral de Enrique Peña Nieto en 2012. A los ilícitos de Duarte en términos financieros –que es necesario expresarlos en cantidades cuasi inimaginables- habría que añadir el crecimiento de la inseguridad, del crimen organizado y la persecución, desaparición o asesinato de periodistas incómodos; alrededor de 20 periodistas muertos, incluido uno asesinado en la Ciudad de México. Pero amén de todas estas sospechas, pruebas o advertencias, Javier Duarte Ochoa gobernó, abusó, reprimió y desfalcó tranquilamente al estado de Veracruz, por 5 años, 10 meses y 12 días. Lo que sucede en este momento, es crónica de una impunidad y encubrimiento anunciados y conocidos.
Caso similar es el del ex gobernador de Sonora, el panista Guillermo Padrés, quien es acusado de enriquecimiento ilícito y desvío de recursos, por más de 30 mil millones de pesos, según la actual gobernadora Claudia Pavlovich. Al momento Padrés cuenta con una orden de aprehensión y más de 200 indagatorias en su contra por irregularidades fiscales malos manejos de las finanzas estatales, es decir, fraude. Pero al igual que Duarte y que muchos otras casos anteriores, presentes y futuros, la respuesta de sus partidos, así como de las autoridades locales y federales, es tardía, insuficiente e ineficiente. La indignación, crece.
La descomposición del gobierno no se limita a la corrupción o al enriquecimiento ilícito, sino a su incapacidad para impartir justicia y garantizar la seguridad sus ciudadanos. La respuesta de la ciudadanía ha ido desde las autodefensas hasta el linchamiento comunitario, pasando por la justicia de propia mano, incluso con sartenes. Hace unos días -el 31 de octubre- se conocieron dos casos de ciudadanos que ante la ineficacia consuetudinaria de las autoridades, así como por el hartazgo de la inseguridad, decidieron hacer justicia por su propia mano, asesinando a los asaltantes. Uno de esos casos se presentó en la carretera México-Toluca a la altura de La Marquesa, cuando cuatro individuos asaltaron un autobús de pasajeros, quienes al salir del transporte fueron atacados por uno de los pasajeros, quien los hirió y finalmente los ejecutó; el “justiciero” –asesino o ambos- regresó sus pertenencias a los pasajeros pidiendo sólo que “le hicieran el paro”, es decir, que no le denunciaran. El otro caso fue la madrugada del mismo día en Aguascalientes, donde tres mujeres defendieron su hogar de un asaltante armado con un machete, dándole muerte con sartenes y ladrillos. Ambos casos si bien son profundamente cuestionables, también son comprensibles. ¿Qué hacer cuando las autoridades no cumplen, cuando son incapaces o cuando de plano están coludidas con el crimen? Cuando la gente ve la clase política se beneficia a costa de ella, que los abusos de acumulan y se combaten sólo en apariencia, ¿es de extrañar que la respuesta sea como las que hemos visto? Las probabilidades de que casos como el de La Marquesa o Aguascalientes se repitan son muy altas; el hartazgo crece y siempre tiene límites. En efecto, algo está podrido en México, pero recordemos –y volviendo al Bardo de Avón- que “la culpa, mi querido Brutus, no recae en las estrellas, sino en nosotros que estamos bajo ellas”.

martes, octubre 25, 2016

La violencia que nos pega y ¿no nos hace nada?

Hace unos días conversando con una conocida colombiana que se encontraba en Ciudad de México hablábamos de lo emocionada que estaba por estar en México y de sus deseos de dejar su país natal para venir a vivir acá, buscando una mejor vida y nuevas oportunidades de desarrollo. Por un lado, al escuchar esto me dio gusto saber que alguien de fuera vive el país de esta forma: un lugar de nuevas oportunidades y de desarrollo personal y profesional. Por otro lado, no pude evitar advertirla y decirle que no idealizara un país que si bien tiene efectivamente esas posibilidades también está inmerso en un caldo rancio de corrupción y de violencia que no puede evitar sentirse.
Me sorprende entonces la respuesta del resto de los comensales, acusándome de exagerar de no querer ver que “no estamos tan mal” como Colombia. No entraré en puntos de comparación entre la situación de Colombia y la de México, pero si quisiera reparar en el punto de México.
Este texto pudiera parecer necio, o quizás redundante, pero de verdad me parece sorprendente que en ciertos sectores sociales y geográficos del país insistamos en ser tan ciegos ante lo que nos está sucediendo. ¿Es quizás nuestro clasismo que nos deja ciegos ante la situación que vive la mayor parte del país, o nuestro urbano-centrismo que no nos deja ver más allá de nuestras cómodas colonias?    
Solo algunos apuntes de lo que sucede en nuestro país en una semana:
El diario El País da cuenta de un campo de exterminio en el desierto de Coahuila en dónde al parecer se encuentran como 4600 restos óseos de a saber cuántas personas víctimas de los Zetas. El sólo encabezado es espeluznante, pero también es aterrador leer que es un campo encontrado hace más de un año, por familiares de personas desaparecidas, y en dónde las autoridades han hecho todo lo posible por ocultar el sitio, los datos y el debido proceso para procesar las evidencias y generar algún tipo de respuestas.
Por otro lado, se vivió el #MércolesNegro o Paro de Mujeres al grito de #NiUnaMenos. Miles de mujeres en todo el país se concentraron para hacer un Paro de Labores y concentraciones para demandar un alto a la violencia feminicida. Si bien la convocatoria respondió a hecho sucedidos en Argentina, donde una adolescente fue brutalmente violentada y asesinada, las mujeres de México no sólo por un acto de sororidad salen a las calles, salen porque nuestro país es uno de los que más feminicidios tiene en la región. Es un problema estructural y el Estado no responde apropiadamente. Por ejemplo, el Estado de México fue obligado a activar la alerta de Género y pese a ello en lo que va del año muere una mujer diariamente por razones de feminicidio en la entidad.
Esta misma semana en el Estado de México un juez federal encargado de llevar casos de narcotráfico fue asesinado mientras se ejercitaba.
En Jalisco un grupo de 7 personas fue privada de su libertad, uno de ellos asesinado y 6 de ellos mutilados, al parecer por una revancha entre grupos de narcomenudistas.
Y la cereza del pastel Javier Duarte exgobernador de Veracruz acusado de numerosos actos de corrupción y delincuencia organizada se fuga en las narices ¿o con la anuencia? del Estado.
En verdad ¿qué necesitamos para reaccionar? ¿nos tiene que suceder en primera persona para hacer algo? ¿Cómo podemos aceptar que una semana en nuestras vidas esté llena de estas noticias? ¿Cómo dejar seguir la vida viviendo en “Democracia” y tener más de 26 mil desaparecidos y decenas de miles de personas asesinadas en los últimos 12 años?
Cuestionémonos seriamente qué estamos haciendo y sobre todo qué estamos dejando que se haga y con esto me refiero a las autoridades quienes parecen las más ciegas de todos. Empiezan ya los aires de cambio de gobierno y faltan dos años, pero ya hay esa urgencia para que cambien las cosas.
Dentro de este pesimismo pensemos en ser personas más conscientes y más participativas del cambio de autoridades que necesitamos y también de cambio de actitud, de no normalizar, ni dejar de ver lo que pasa porque está pasando. 


- Melissa Ortiz Massó

Melissa Ortiz Massó es activista social especialista en poder legislativo, transparencia, rendición de cuentas y acceso a la información. Promotora del Parlamento y Gobierno Abierto @melamalo

miércoles, septiembre 14, 2016

Cuentas perennes, cuentas que no cuadran, cuentas que también cuentan.

Por Miguel Ángel Valenzuela Shelley


En 2012 el candidato del PRI –en esta ocasión Enrique Peña Nieto- hablaba una vez más del nuevo PRI, de lo distinta que sería su administración, de la renovación del Partido y su liderazgo, de honestidad, de transparencia, de apertura, de promesas. Pero tras cuatro años de su presidencia, nos encontramos con lo mismo de siempre, con el mismo PRI del Corporativismo, de las promesas incumplidas, de los discursos vacíos, del enriquecimiento, de la corrupción, de la mezquindad. En campaña, el candidato Peña Nieto hablaba del renovado PRI con nombres como Javier Duarte Gobernador de Veracruz), César Duarte (Gobernador de Chihuahua) y Roberto Borge (Gobernador de Quintana Roo); cuatro años después esos mismos nombres están ligados a acusaciones de corrupción, malversación de fondos, sobre endeudamiento y uso indebido de propiedad estatal. Pero como en el viejo PRI, la impunidad acompaña a las acusaciones. Pero no nos engañemos, corrupción e impunidad caracterizan también a otros partido políticos mexicanos; Guillermo Padrés, Cuauhtémoc Blanco…

El propio presidente y su gente más cercana –Angélica Rivera, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong- fueron muestra de ese viejo/nuevo PRI al encontrarse claras muestras de conflicto de intereses –al menos- en la adquisición de inmuebles del grupo HIGA y no haber consecuencia alguna gracias a la exoneración por parte de Virgilio Andrade (Secretaría de la Función Pública) mas que el despido de los periodistas que dieron a conocer el ilícito; y por supuesto, una disculpa a destiempo, confusa, vacía. En ese mismo tenor sospechosista y falto de transparencia están Alfredo Castillo Cervantes (ex Comisionado de Seguridad para Michoacán y ahora titular de la CONADE) y Luis Enrique Miranda (SEDESOL), funcionario que no ha hecho su declaración patrimonial completa y llega convenientemente a Desarrollo Social, en vísperas de las elecciones de 2018. Con ello sus nombres y oscuros antecedentes se unen a otros notables e impunes políticos, como Fidel Herrera –otrora gobernador de Veracruz- que como castigo a su deplorable y corrupto gobierno, EPN lo designó cónsul en Barcelona.

La presidencia de EPN –además de seguir con la histórica impunidad gubernamental- se ha caracterizado por los movimientos en el gabinete, ya sean polémicos o cuestionados; desde la renuncia de David Korenfeld a CONAGUA, la de Humberto Benítez a la PROFECO, hasta la remoción de Jesús Murillo Karam (PGR), la de Luis Videgaray (Hacienda), de Emilio Lozoya (PEMEX), de Enrique Ochoa (CFE), el ir y venir de José Antonio Meade (Hacienda, SRE, SEDESOL, Hacienda) o la inexplicable permanencia de Aurelio Nuño en la SEP o de Claudia Ruíz Massieu en la Cancillería; ¿tiene sentido la interlocución una canciller que no dirige la política exterior? ¿Le interesará a Roberta Jacobson dialogar con Ruiz Massieu? La salida de Luis Videgaray -el artífice de las reformas de Peña Nieto y de la visita de Donald Trump- es hasta ahora el movimiento más aplaudido, pero (muy) probablemente ni el otrora secretario de Hacienda saldrá del círculo cercano del Presidente y su proyecto político, ni la razón de su salida sea la que queremos creer: el precio de su torpeza en la visita del candidato republicano. Es decir, es más probable que la salida de Videgaray obedezca a una estrategia del Grupo Atlacomulco teniendo en mente la gubernatura del Estado de México y/o la Presidencia de la República, que a una seria reprimenda por el costo mediático de la visita de Donald Trump.

Mientras parte de la clase política en todo el país incrementa cuentas qué ajustar –aumentando así la impunidad y el desánimo social- el presupuesto de ingresos y egresos presentado hace unos días, trae cuentas que no cuadran dada la situación del país. Uno pensaría que la inseguridad es una de las principales amenazas al Estado mexicano, o al menos uno de los problemas más alarmantes –sin mencionar la pobreza o la falta de desarrollo- sin embargo este rubro sufrió diversos recortes. Michoacán es uno de los estados con más problemas de inseguridad, así como inestabilidad y conflictos derivados de la (necesaria o al menos explicable) aparición de las autodefensas y la prevención del delito a nivel nacional una de las tareas urgentes a fin de combatir estructuralmente la inseguridad en sus distintos niveles, sin embargo en ambos casos los programas desaparecieron para 2017. Esto sin mencionar que la ayuda federal que reciben los estados para combatir la delincuencia disminuyó en casi mil millones de pesos, ni la disminución del 65% en el presupuesto de Plataforma México o de la Fiscalía para la Búsqueda de Personas Desaparecidas, entre otros recortes al presupuesto de egresos en temas graves de nuestro país.
 
Los dos últimos años de la Presidencia de Enrique Peña Nieto, serán parte de un sexenio –otro más- en que el combate a la corrupción.

jueves, julio 21, 2016

Sistema Nacional Anticorrupción: Pedir perdón está bien, pero no es suficiente.

Después de poco más de un año de haberse publicado la reforma constitucional para la creación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) este lunes 18 de julio el Presidente Enrique Peña promulgó las 7 leyes que dan el marco para el SNA.
El SNA pretende generar coordinación entre los distintos poderes y niveles de gobierno y la ciudadanía (el sistema contempla la creación de un Comité Coordinador, encabezado por un ciudadano y un Comité de Participación Ciudadana integrado por cinco ciudadanos) con la idea de prevenir, controlar y sancionar los actos y prácticas de corrupción.

El marco legal del Sistema se construye por las siguientes leyes:

1.- Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción. Básicamente en ésta, se describen las características del SNA, cómo se va a coordinar en los distintos niveles de gobierno y cómo se creará un Sistema Nacional de Fiscalización y una Plataforma Digital Nacional.

2.- Ley General de Responsabilidades Administrativas. Esta ley explica la responsabilidad y obligación de servidores públicos para presentar su declaración patrimonial, de intereses y declaración fiscal.
Las modificaciones a esta ley fueron las que se impulsaron desde el movimiento ciudadano #3de3 y tal cuál se dio la aprobación no queda del todo claro o definido si estas declaraciones serán o no públicas.

3.- Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, y las reformas a la Ley de Coordinación Fiscal y a la Ley General de Contabilidad Gubernamental. Esta ley y paquete de reformas, le otorga  a la Auditoría Superior de la Federación mayores elementos y “dientes” para el combate de la corrupción.

4.- Se crea además el Tribunal Federal de Justicia Administrativa que llevará la tarea de sancionar tanto a servidores públicos como a particulares que incurran en faltas graves.

5.- Reformas a la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República. Es en esta donde se establece la creación de la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción. Cabe destacar que esta fiscalía será un órgano autónomo.

6.- Reformas al Código Penal Federal. Es aquí donde se enlistan las sanciones y los tipos de actos de corrupción. Todo se establece tanto para funcionarios públicos como para particulares.

7.- Reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. En esta Ley se establecen elementos que darán más fuerza y autoridad a la Secretaría de la Función Pública para la prevención y combate de la corrupción.

A partir de ahora comienza quizás la parte más complicada. Sí, si nos pareció complejo el proceso para la creación y reforma de estas leyes, lo que sigue en realidad es el paso más importante: echar a andar y hacer realidad este sistema. Toca romper la tradición de que en México tenemos muy buenas leyes…que son se cumplen.

A las autoridades les queda un gran tramo por andar y a la ciudadanía nos toca estar muy atenta también de lo que sigue y por qué no, hacer un alto y pensar en qué significa la corrupción en nuestro cotidiano y ver más allá de nuestras narices.

Vivimos en un país donde la corrupción se ha normalizado a tales niveles que en muchos hogares no se entiende la vida sin corrupción o destinar parte del presupuesto familiar para pagos y sobornos para poder acceder a servicios públicos. Según datos de Transparencia Mexicana 33% del ingreso de una familia que gana un salario mínimo se destina a estos pagos, estamos además hablando de las familias más desfavorecidas.

Detengámonos a pensar que la corrupción en nuestro país no es solo el dar una “mordida” al “poli” para evitar una infracción. Veamos a la corrupción como uno de los principales factores que afectan los Derechos Humanos en nuestro país y que violenta hasta extremos tales como la desaparición o muerte de tanta gente en los últimos años.

Sí, la corrupción no es un tema cultural, no es parte de nuestros genes, pero la tenemos muy interiorizada y toca detenerse a pensar cuán corruptos somos o cuan familiarizados estamos con ella.

Como ciudadanos nos quejamos de que nunca pasa nada, porque ciertamente así hemos visto un ir y venir de ex gobernadores o personajes de la clase política que tras actos de corrupción evidentes y a veces comprobados terminan como embajadores, cónsules o estudiando maestrías en otros países. Parece que las cosas están cambiando, hoy vemos un anuncio del SNA acompañado de una estrategia jurídica del gobierno para evitar los candados que próximos exgobernadores de Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz intentaron generar para librarse de rendir cuentas.

El Sistema no es una varita mágica que de un día para otro cambie las cosas y borrón y cuenta nueva. Estoy segura que mucho costará erradicar décadas de prácticas y mentalidades corruptas. Sin embargo hay señales e instrumentos legales y transformación institucional que dan pie a que como ciudadanía comencemos también a hacer cambios y exigir cuentas.

Nos toca estar atentos e ir conociendo cómo es que el Sistema funcionará, cómo podremos acceder a la denuncia, segura y efectiva y ver que existan consecuencias, y cómo ser nosotros actores activos para que esto marche bien. Al gobierno le toca hacernos saber cómo el Sistema estará a nuestro alcance. A las organizaciones y a la academia, estar vigilantes que las personas que se escojan para los puestos ciudadanos y la Fiscalía sean las adecuadas.

Seamos pues nosotros también responsables de que esto funcione y  que sea efectivo. Seamos pues responsables también de nuestros actos y asumamos consecuencias porque aunque pedir perdón está bien, no es suficiente.


Melissa Ortiz Massó

Melissa Ortiz Massó es activista social especialista en poder legislativo, transparencia, rendición de cuentas y acceso a la información. Promotora del Parlamento y Gobierno Abierto @melamalo


martes, junio 21, 2016

Represión y recorporativización educativa


Nomos Político –

La "reforma educativa" parece haber alcanzado su fase más contenciosa. El gobierno ha llevado al límite a la dirigencia y base de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y estos han respondido con masivas movilizaciones y bloqueos (especialmente en los estados de Oaxaca y Chiapas). Los enfrentamientos entre la CNTE y el gobierno federal han generado ya 8 decesos y un centenar de heridos. El encarcelamiento de miembros de la dirigencia fue el prefacio a la manifestación masiva y disruptiva de la CNTE y al uso de la violencia por parte de un gobierno carente de legitimidad. El uso de fuerza letal en condiciones de poca gobernabilidad como las que se viven hoy en México (y en Oaxaca en especial) es simplemente injustificable.

Y ante estos eventos ¿qué posición deberíamos tomar el resto de nosotros? ¿Cómo creerle a un gobierno que reformó las condiciones laborales de todo un sector sin una consulta y negociación con los trabajadores directamente involucrados y el público en general (ni siquiera con una consulta superficialmente tomada en cuenta como la realizada en el caso de la reforma energética)? La reforma es en este sentido una expresión autoritaria en la que participaron en conjunto los partidos del Pacto por México. Pero, por otro lado, ¿cómo confiar en una disidencia magisterial que en su anti-charrismo no ha trabajado por mejorar la educación en sus zonas sino por aumentar la concesiones monetarias, laborales y políticas que los gobiernos federal y estatales les otorgó por años y por acomodarse dentro de un sistema de componendas, corrupción y cacicazgo local? Es cierto que la "reforma educativa" no atiende y mucho menos resuelve los grandes problemas que enfrentan los educandos en México, pero también lo es que la CNTE lucha por defender sus "logros laborales" que no necesariamente representan una mejora a la calidad de la educación en México sino todo lo contrario.

Habría que reconocer que cualquier intento de mejorar las condiciones educativas en México requiere, de inicio, el replanteamiento de la relación entre autoridad y trabajadores al servicio de la educación. También hay que reconocer el grave problema que el modelo corporativista y clientelista de la política mexicana representa en términos educativos. Si el SNTE o la CNTE tienen hoy irrazonables prebendas, beneficios y poder político sólo es porque los gobiernos, federal y estatales, las concedieron a cambio de votos y poder de movilización –es muy probable que esto no cambie pues el beneficio es muy alto.

La reforma educativa es un franco intento de re-corporativizar a los profesores; primero se deshicieron de Elba Ester Gordillo y realinearon al SNTE, ahora el gobierno lanza su ofensiva contra la CNTE, la arrincona y amedrenta para que ceda a una reforma que de ninguna forma sirve a sus intereses. Con el pretexto publicitario de defender el derecho de los niños a la educación, el gobierno federal descarta y descalifica cualquier intento de negociación con los profesores disidentes. La opacidad de aquello que se negoció, cuando la Secretaría de Gobernación estaba abierta a ello, dificulta simpatizar con alguna de las partes.

¿Podemos confiar en el gobierno de Enrique Peña como el legítimo depositario y defensor de educación en México cuando la Secretaria de Educación Pública es utilizada como cabeza de ariete y no para la mejora radical que requieren tanto los planes y programas de estudio como las condiciones de la educación en general? ¿Podemos confiar en un gobierno y una clase política con tantas deudas en materia de transparencia? ¿Podemos creer que la educación pública y laica puede o debe ser defendida y substanciada por una organización laboral cuyo objetivo totalmente legítimo (como el de todo sindicato en el mundo) es velar por los intereses de sus agremiados aún en detrimento de la educación en general? ¿Y qué decir del SNTE que no ha levantado la voz, muy probablemente porque su inacción ya ha sido negociada con el gobierno a cambio de obtener todas las plazas que le puedan arrebatar a la CNTE? ¿No será, entonces, que la verdadera defensa y promoción de una educación pública, laica y de calidad nos corresponde a la sociedad civil (organizada y desorganizada) desde los espacios que tengamos a mano, desde las escuelas mismas y en contra de la re-corporativización corrupta de este verdaderamente estratégico sector? Ó ¿será que volvemos a dejarle al gobierno y las corruptas corporaciones laborales la educación de niñas y niños mexicanos?

Urge, si, abrir una mesa de diálogo completamente pública y transparente que permita monitorear que el gobierno no imponga condiciones que no tengan relación directa con la mejora del sistema educativo y que ni el SNTE o la CNTE negocien y obtengan prebendas a cambio de su participación en la reforma del mismo sistema. Tras la muerte de 8 personas y con una sociedad civil movida por la violencia injustificable del gobierno, esta mesa de diálogo se hace más necesaria y, a la vez, mucho más complicada.


Autores-
Amando Basurto Salazar
Miguel Ángel Valenzuela Shelley
Melissa Ortiz Massó

miércoles, junio 08, 2016

Bonita Democracia

BONITA DEMOCRACIA

Terminó la temporada electoral de este 2016 y tras una jornada de sorpresas para unos y de desencantos para otros vale la pena hacer un alto y pensar qué sucedió.
La mayor parte de la prensa anuncia esta jornada como un día de pérdida para el PRI y de ganar para el PAN, pero ¿qué hay detrás de esto? ¿De verdad ganó el PAN o la gente simplemente dice “no más”?
Llama la atención que particularmente Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas hayan por fin dejado al PRI detrás, después de décadas (casi nueve) de estar bajo gobierno priistas. Puede entenderse que bajo los niveles de violencia y crimen en los que viven, particularmente Veracruz y Tamaulipas, la gente decidiera probar otra opción ¿sin embargo qué opciones hay?
Parece ser que la gente votó desde el hartazgo, completamente comprensible, pero hay que preguntarse si de verdad se votó por una nueva opción, si de verdad el PAN tiene la facultad y la distinción para poder resolver estos grandes problemas que aquejan a la población de los estados que han ganado.
Cuesta trabajo entender qué propuestas se pueden plantear cuando en algunos de estos estados, como es el caso de Durango, Quintana Roo y Veracruz el PAN gana en alianza con el PRD partido que por definición y en planteamientos de agenda ha sido antagonista del PAN, si quisiéramos entenderlo como una alianza entre la derecha y la “izquierda”. ¿Cómo desde estos desencuentro lograrán acuerdos?
Quizás la gran sorpresa para el PAN es Chihuahua un estado tradicionalmente priista en donde gana con Javier Corral, un político panista que se ha caracterizado por sus constantes enfrentamientos con la propia cúpula del PAN y por en numerosas ocasiones no se ha alineado a la disciplina panista y más bien ha demostrado integridad y coherencia con los temas que ha empujado desde su trabajo como legislador. Será interesante ver qué tan íntegro se mantiene en la gubernatura y desde luego se le extrañará como legislador.
Por otro lado seguimos viendo tendencias priistas en estados que si bien ha pasado por transiciones que el PRI gane francamente no revela gran sorpresa tal es el caso de Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca y Sinaloa que pese a los índices de violencia, desacuerdo social, gran pobreza que anteriores gobiernos priista no han podido (o no ha querido) resolver, el voto les sigue favoreciendo.
Tenemos además el escenario de la Ciudad de México en donde la elección se caracterizó por su bajísima asistencia, sólo 30% del padrón asistió a votar. Muchos aducen la falta de información de qué se trataba la elección y lo atípico de la misma, la elección del constituyente. El resultado favorece en la elección a  Morena aunque dado el diseño de conformación del Constituyente el PRD es quien tendrá mayoría en la asamblea ¿democrático el proceso?
Qué pasa con las izquierdas en el país, cuando  Morena y PRD van separados y el PRD incluso prefiere una alianza con la derecha, que buscar un proyecto desde sus agendas con un movimiento más afín como Morena. ¿Qué hubiera pasado en Veracruz si el escenario hubiera sido una alianza del PRD-Morena y no con el PAN? Parece que el PRD no confía en su agenda, y está solo buscando la sobrevivencia electoral, sus alianzas con el PAN dan señales de no tener más propuesta ni solidez y desde luego de poca congruencia. A Morena por otro lado habrá que tenerla en el ojo dadas sus ganancias, si bien no en gubernaturas, sí lograron posicionarse de manera interesante en los congresos de Oaxaca, Veracruz y Ciudad de México, será su prueba de oro para ver qué tan opción pueden ser para quienes confían su voto rumbo al 2018 y habrá que ver que tan dispuestos o hábiles están para unir izquierdas y no irse solos, porque así me temo que poco lograrán a nivel nacional.
Otro proceso electoral más, tildándolo de democrático, pero lo cierto es que este país muestra cada día más que estamos lejos de la democracia cuando no hay verdaderas opciones que respondan a la ciudadanía. Cuando tenemos partidos aliados que tradicionalmente son antagonista; cuando el PAN se proclama ganador de algo que ni siquiera construyeron y que no queda claro que estén preparados o verdaderamente interesados para afrontar; cuando hay un PRI que gobierna al país y continúa en sus mismas prácticas sin ánimo de cambio pese al hartazgo de la ciudadanía; cuando ante la opción de dar espacio a la ciudadanía a que decida su futuro en la Ciudad de México ésta no cree en ello y los resultados le dan la razón, gana un partido que no tendrá la mayoría.
Y sobre todo esto unos legisladores que pareciera esperan las elecciones para tener moneda de cambio y que llevan meses discutiendo un urgente sistema anticorrupción como si este fuera la herramienta que les permitirá o darle el traste a sus opositores o acomodarlo a gusto para seguir en las mismas pero no generar cambios.
Y después de las elecciones ¿qué? ¿Esperar a ver si ahora sí viene un cambio? ¿Seguir sentados para tener solo como oportunidad de participación las elecciones? Bonita democracia…

– Melissa Ortiz Massó

Melissa Ortiz Massó es activista social especialista en poder legislativo, transparencia, rendición de cuentas y acceso a la información. Promotora del Parlamento y Gobierno Abierto @melamalo

martes, mayo 31, 2016

De cuentos chinos y desconfianza a la autoridad

Por Amando Basurto –

El caso del secuestro de Alan Pulido en Ciudad Victoria, Tamaulipas, inundó los medios durante el domingo y ayer lunes. Primero, su privación ilegal de la libertad anunciaba algo que parece rutinario: nadie está exento de ser victima de la rampante criminalidad que azota, especialmente, ese estado de la república. Evidentemente todos los casos de secuestros son iguales hasta que los medios y la acción selectiva de la autoridad demuestran lo contrario. Porque reportar, ex post facto, cientos de casos de ejecuciones y secuestros con pocos resultados judiciales positivos puede resultar en cierto costos políticos para un gobierno, pero hacer público el secuestro de una persona “famosa” justo unos días antes de una elección puede tener un alto impacto en el resultado de las mismas. Así que entre la presión de los medios, la presión que ha de haber ejercido el Club de Fútbol Olimpiacos, y la elecciones en puerta obligaron a la inusual coordinación de fuerzas del orden. Al final el jugador de fútbol fue rescatado y mostrado a los medios como la gran eficiencia policiaca que no-caracteriza al gobierno del estado de Tamaulipas.

El reporte oficial, que se han dado a la tarea a difundir y repetir hasta el cansancio en medios, dice que Alan forcejeó y sometió al único captor que lo custodiaba quitándole celular y pistola. Que realizó dos llamadas en las que consiguió dar santo y seña del lugar donde se encontraba para que lo rescataran. Así, afortunadamente, el jugador regresó a salvo con su familia no sin antes, voluntariamente o no, hacerle el caldo gordo al gobernador Egidio Torre. Los comentarios sobre el reporte, sobre los inverosímil del relato y sobre lo conveniente del caso no se han hecho esperar las expresiones de incredulidad y sospechosismo (como dijera aquel Secretario de Gobernación con amoríos telenovelescos). Muchas parecen ser las razones de tal respuesta.

Primero, la autoridad comete siempre un error al responder de manera más eficaz y coordinada a los casos que involucran a personas famosas o a miembros de las élites políticas y económicas, que a los casos del ciudadano común quien es el protagonista de la gran mayoría de los casos de violencia y corrupción. Esto representa una muestra de discriminación estructural.

Segundo, si en verdad el secuestro y el rescate sucedieron como lo describen los reportes oficiales, entonces estamos probablemente ante uno de los casos de privación ilegal de la libertad más mal ejecutados de la historia y, posiblemente, también ante la demostración que sólo se necesita ser un “gran atleta” para poder escapar de las garras del crimen organizado. No es que la versión oficial sea necesariamente falsa, sino que resulta inverosímil.

Tercero, el que esta exitosa operación relámpago de localización y liberación del jugador suceda justo a unos días antes de las elecciones y pueda funcionar como para maquillar la terrible incapacidad que el gobierno tamaulipeco ha demostrado en su guerra contra la inseguridad y la corrupción ha llevado a algunos a lucubrar que el secuestro fue un montaje. A mi me cuesta mucho pensar que el gobierno del estado de Tamaulipas sea capaz de simular un acto como este, poniendo en peligro la integridad física del jugador arriesgándose, así, a un mayor costo político; lo que me lleva a una hipótesis diferente: Digamos que el secuestro sucedió como lo relatan las autoridades y, al parecer, el propio Alan Pulido (y que si no hubiese sido el jugador el secuestrado esa noche muy probablemente no nos habríamos enterado); digamos entonces que en el gobierno de la ciudad o del estado se enteran y alguien se comunica con los plagiarios y pide que lo liberen, que se “equivocaron” de víctima (por ser famoso y por hacerlo tan cercano a las elecciones) y que deben soltarlo o “permitir” que las autoridades lo recuperen para no hacer más grande el caso y así “controlar el daño” tanto a la autoridad como al grupo de delincuentes. Lo que querría decir que el plagio fue real y resuelto en una negociación “política” en un estado en el que por años la línea que distingue gobierno de crimen organizado es deleble.

“Haiga sido como haiga sido” (como triunfalmente expresaba Felipe Calderón), el caso del secuestro de Alan Pulido es relevante no porque demuestre que el crimen organizado alcanza a todos por igual sin importar la fama; tampoco lo es porque muestre una actuación selectiva de los cuerpos policiacos en casos “delicados”. El drama del caso no es relevante por ser un gran montaje electorero porque no es claro que hoy el gobierno tamaulipeco obtenga ganancias electorales, no por el hecho de haber rescatado al plagiado sino por la preponderante inseguridad que permitió, de primera instancia, que el jugador fuera secuestrado. Si es muy relevante, a mi parecer, porque evidencia la poca legitimidad y credibilidad que merecen las instituciones políticas y de seguridad en nuestro país. Es cierto que ante un caso como esto no faltarían, en cualquier contexto, quienes intentaran desacreditar al gobierno, pero el desencanto con la autoridad parece ser un sentimiento generalizado. La ingobernabilidad (local, regional, nacional) no comienza con grandes movilizaciones y rebeliones, sino con esta fuerte y compartida sensación de incredulidad y desconfianza hacia todos los niveles de autoridad.


- Amando Basurto Salazar

Doctor en Política por la New School for Social Research, N.Y. y Maestro en Estudios en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México @amandobasurto

martes, marzo 29, 2016

El futuro político de la Ciudad de México

Por Amando Basurto–

La participación de representantes independientes en la asamblea constituyente de la Ciudad de México será fundamental para que la capital no sea presa fácil de la partidocracia. Los aspirantes a candidatos independientes –algunos organizados en forma de colectivos como #CiudadFeminista, #TúConstituyente y #PorLaLibre– requieren no sólo de casi 74 mil firmas para registrarse como candidatos sino, después, ganar un escaño en la asamblea y, aún más importante, dar voz a propuestas que permitan refundar una ciudad políticamente participativa, incluyente y responsable.

Los temas incluidos en las plataformas de estos colectivos incluyen la promoción de políticas de igualdad con perspectiva de género, la ampliación  y garantía de derechos y libertades y la democracia horizontal y deliberativa. Todos estos temas parecen complementarios y es muy difícil pensar que algún ciudadano o colectivo intente llegar a formar parte de la asamblea con propuestas radicalmente diferentes (como promover políticas de desigualdad, restringir derechos y libertades, o impulsar una oligarquía piramidal). Hay que tomar en cuenta que en esta primera fase los aspirantes sólo tienen que obtener el apoyo necesario para poder competir en las elecciones y por ello sus plataformas son muy generales; sin embargo, vale la pena comenzar a poner sobre la mesa temas que pronto deberán ser considerados y discutidos de manera más específica.

Quisiera referirme aquí a un tema en especial: ¿El objetivo de la nueva constitución es refundar la Ciudad de México o implantar el Estado Ciudad de México? Me parece fundamental tener claridad en la diferencia entre crear el estado 32 de la República y repensar políticamente a la Ciudad de México sin replicar la estructura Estado/Municipios que impera en el resto del país. Es cierto que la nueva constitución es una legislación sujeta al marco jurídico establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes federales secundarias que de ella emanan, pero nada obliga a que la CDMX tenga que ser un estado más de la República. Refundar la CDMX requiere considerar las grandes oportunidades que representa y los límites que enfrenta.

Se puede argumentar que la CDMX es la ciudad “más progresista” del país y que su nueva constitución debe refrendar ese status, pero la ciudad también es una megalópolis sobrepoblada con graves desafíos en términos de polución ambiental, movilidad y crimen y corrupción. ¿Cuál será la mejor manera de enfrentar todos estos problemas dando voz y voto a los ciudadanos tanto en planeación como en ejecución y salvaguardando los derechos de todos quienes habitan la ciudad (sin discriminación alguna)? ¿Será necesario descentralizar la toma de decisiones a nivel delegacional, transformando a las hoy Delegaciones en Municipios? ¿O acaso será mejor mantener cierto nivel de concentración de poder en la jefatura de gobierno obligando a la creación de espacios de participación de y consulta a la ciudadanía que permita mejor planeación, transparencia y fiscalización de recursos (manteniendo en manos de las delegaciones la planeación y ejecución de políticas urbanas de impacto más local)?

La primer opción parece ser la mejor para establecer espacios de participación ciudadana localizados y efectivos; pero también puede ser la mejor manera de volver la planeación urbana aún más ineficiente y de permitir que los partidos político conviertan a las Delegaciones en pequeños feudos (cosa que ya sucede de alguna manera el día de hoy). La segunda opción pareciera otorgar mucho poder a la jefatura de gobierno, pero esto sólo sucedería así si la asamblea constituyente fallase en a) otorgar a la asamblea legislativa de CDMX suficiente poder como contrapeso, b) conferir a los ciudadanos la capacidad (eficaz) de hacer uso de los tribunales para iniciar procedimientos en contra de funcionarios públicos por causa de corrupción, conflicto de interés y/o daños y c) establecer obligaciones de transparencia y rendición de cuentas del gobierno acompañadas por la creación de espacios de participación y consulta ciudadana. Evidentemente esta “concentración” de poder puede ser peligrosa si estos contrapesos no son puntualmente establecidos en la nueva constitución de la ciudad.

Es por esto que creo la primera respuesta que hay que obtener de aquellos que quieren ser miembros de la asamblea constituyente es si están a favor de crear el estado 32 o de refundar la ciudad. Mucho depende de ello.

- Amando Basurto Salazar

Doctor en Política por la New School for Social Research, N.Y. y Maestro en Estudios en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México @amandobasurto

jueves, marzo 17, 2016

#TuConstituyente

Desde Nomos Político estamos dando un seguimiento y cuestionándonos por el proceso venidero para la construcción de la Asamblea Constituyente que dará a la Ciudad de México una nueva constitución. Como parte del proceso hemos decidido difundir las otras y novedosas opciones que ciudadano y ciudadanas independientes quieren llegar a plantear participando en esta Asamblea. Publicamos ya sobre la plataforma #CiudadFeminista y hoy queremos dar espacio a #TuConstituyente
#TuConstituyente Es una red de organizaciones de la sociedad civil, ciudadanas y ciudadanos que desde hace años han dado la lucha para ampliar derechos cívicos a partir de la defensa de derechos humanos, de la democracia, la libertad de expresión la igualdad y justicia social así como del respeto a los bienes y espacios comunes.
Este grupo de ciudadanos y ciudadanas se identifica independiente de los partidos políticos, del crimen organizado y de los poderes fácticos.
Para #TuConstituyente, no se trata solo de poder continuar con la lucha, también el querer participar es el reflejo del cansancio generalizado que existe  por ver cómo esas luchas se han sometido a intereses y poderes para beneficio de unos cuantos. Para ellos es fundamental entonces promover la participación y la construcción colectiva, creen en la suma de esfuerzos ciudadanos, en la colaboración horizontal, y el control político de abajo hacia arriba para la rendición de cuentas, la legalidad y el Estado de derecho.
Desde esta postura #TuConstituyente quiere llegar a la Asamblea Constituyente para evitar que lo que consideran un proceso de imposición, como la propia reforma política de nuestra ciudad, termine con una imposición de una nueva constitución construida a dedazo por los tradicionales poderes políticos y excluyendo a la ciudadanía.
Para ello presentan cinco candidaturas independientes en voz de:
Puedes consultar las semblanzas aquí
La agenda que quieren impulsar es la siguiente:
  1. Ampliar y garantizar derechos y libertades: Una Ciudad con una Constitución que potencie los derechos reconocidos en la constitución federal para que en el centro de todo acto del gobierno estén los derechos humanos y el acceso a la justicia.
  2. Democracia real y participativa: Una Ciudad con una Constitución que potencie una mayor participación ciudadana que vigile permanentemente las políticas públicas, sus nombramientos y concesiones privadas; que le dé rumbo, visión de largo plazo y establezca nuevas y mejores reglas para la convivencia en la Ciudad. Que privilegie la democracia horizontal y deliberativa entre toda la población.
  3. Una ciudad diversa e igualitaria: Una Ciudad con una Constitución en la que quepan muchos mundos; que no discrimine; que respete y garantice los derechos de los pueblos originarios, las diversas identidades, la igualdad de género y los derechos sexuales y reproductivos; que permita el libre desarrollo de la personalidad, y sea garante de una educación de calidad y una política cultural incluyente.
  4. Contra la corrupción y la impunidad: Una Ciudad con una Constitución que cree nuevas herramientas para controlar a nuestros gobernantes, los obligue a rendir cuentas y castigue a los corruptos. Ante las elecciones próximas, abogamos por la creación de fiscalías independientes para investigar la corrupción. Que establezca la revocación de mandato, mecanismos de transparencia, cabildos con contrapesos, y gobierno abierto para combatir la corrupción e impunidad.
  5. Derecho a la ciudad: Una ciudad con una Constitución que garantice una urbe planeada y construida para que todas y todos puedan gozarla. Una ciudad que garantice el acceso equitativo a los servicios, la movilidad, la sostenibilidad de sus recursos naturales, la vivienda digna, sin corrupción inmobiliaria ni privatización de los bienes comunes. Una Ciudad que permita aprovechar las ventajas económicas y sociales que esta gran colectividad puede brindar a todos.
Es importante recordarles que este para las candidaturas independientes está dividido en dos partes: por un lado vencer la inequidad que el sistema electoral impone a las candidaturas independientes es decir contar con 74 mil firmas, antes del 31 de marzo, que avalen las candidaturas; y por otro el 5 de junio salir a votar por ellos.
Si quieres ayudar a #TuConstituyente a conseguir las firmas puedes hacer lo siguiente:
  • Firmar por vía electrónica en http://firmas.tuconstituyente.org/#/
  • O bien bajar el formato de firmas en http://www.tuconstituyente.org/formaton/ y llevarlo después a los puntos de recolección de firmas, estos cambian cada semana y fin de semana para estos días que vienen (17 al 20 de marzo) puedes asistir a Gante y Madero en el centro Histórico de 11 am a 19 pm (17 al 20 de marzo), o en Ciudad Universitaria saliendo de Metro Cu en la escultura de los Bigotes (17 al 19 de marzo) de 10am a 14 pm.
También puedes contactarles en: contacto@tuconstituyente.org 
Es una oportunidad única la que tenemos y creo que el cansancio que las plataformas ciudadanas demuestran, es el mismo que muchas personas vivimos cotidianamente, insisto en que tan solo permitir que lleguen a las elecciones se antoja ya interesante, después si te convencen vota por cualquier fórmula independiente que te llame la atención.

miércoles, marzo 16, 2016

#Ciudad Feminista

Como se ha comentado en pasadas publicaciones, el próximo 5 de junio en la CDMX tendremos elecciones para elegir a 60 de los 100 integrantes de la Asamblea Constituyente. Entre las personas a elegir puede existir la posibilidad de que sean candidatas y candidatos ciudadanos que previamente han de conseguir 74 mil firmas de habitantes de la Ciudad para poder registrar sus candidaturas ante el Instituto Nacional Electoral.
Una de estas fórmulas ciudadanas que quiere participar en la Asamblea es Ciudad Feminista.
Ciudad Feminista surge de la articulación de 21 organizaciones de la sociedad civil que desde hace varios años han sido defensoras, promotoras, vigilantes y constructoras de la política pública sobre igualdad de género en la Ciudad de México.
Las organizaciones que la integran son: Balance, Bufete de Estudios Interdisciplinarios, Católicas por el Derecho a Decidir, Clóset de Sor Juana, Colectiva Ciudad y Género, Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres (CLADEM-México), Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Elige, Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, AC., Fundación Arcoíris, Incide Social, La Cabaretiza, MIDI: Mujer, Ideas, Desarrollo e Investigación, MIRA, Mujeres para el Diálogo, Red de Mujeres Sindicalistas, Spatium Libertas, Teatro Cabaret Reinas Chulas, Territorios de Cultura, Vereda Themis, Defensa Jurídica y Educación para Mujeres, Y las mujeres qué.
Desde su perspectiva el debate para la construcción de la constituyente debe ser bajo principios de igualdad y no discriminación, garantizando que las diferencias no generen desigualdades. Y que la inclusión sea parte inherente de ciudadanía que nos rija.
La candidatura de Ciudad Feminista está integrada por Elsa de Guadalupe Conde Rodríguez (Propietaria) y Orfe Castillo (Suplente), ambas con una larga trayectoria y experiencia en las causas de las mujeres desde organizaciones de la sociedad civil y desde diversos espacios e instituciones públicas.
A decir de Ciudad Feminista su objetivo primordial es “construir una ciudad donde se consolide un nuevo contrato social y político que responda a las necesidades de una sociedad plural, democrática, laica e incluyente, dónde ningún derecho es regresivo y donde las actividades productivas y reproductivas tienen el mismo reconocimiento social. Un nuevo contrato social que permita transformar y equilibrar las relaciones de poder entre mujeres y hombres.”
Para los colectivos independientes no está siendo fácil competir en condiciones de equidad con los partidos políticos y es necesario que como ciudadanas y ciudadanos les apoyemos para que logren registrar sus candidaturas y más adelante teniendo la posibilidad de conocer sus plataformas e ideas concretas decidir votarle o preferir la opción tradicional partidista.
Para apoyar con tu firma a esta fórmula puedes:
1.- Descarga el formato para respaldarla aquí.
2.- Imprimirlo
3.- Escribir tus apellidos y nombre(s) tal y como están en tu credencial para votar, luego copiar los 18 dígitos de tu clave de elector y finalmente firmar.
IMPORTANTE NO se requiere fotocopia de la credencial.
4.- Agrega los datos de otras personas que quieran apoyar
5.- Entregar el o los formatos en Francisco Javier Mina 46 en la Colonia del Carmen, Coyoacán; y en 5 de Mayo #7, despacho 211 en el Centro histórico.
Si te interesa contactar a las candidatas puedes buscarlas en twitter @CDFeminista @ElsaCondeR @orfecastillo así como en correo ciudadfeminista@gmail.com y en su página http://www.ciudadfeminista.org
Es momento que como ciudadanos y ciudadanas estemos atentos de qué otras opciones podemos tener para construir una mejor Ciudad de México. Podemos generar un momento interesante e histórico cambiando  las formas tradicionales en las que se ha hecho política y toma de decisiones en la Ciudad, y puede ser que incluso tu opción no se decante por algún candidato o candidata independiente, pero creo que nos toca a todos y todas darles la oportunidad de estar en el ruedo y poder competir por un lugar ciudadano, eso sería muy interesante.