martes, abril 03, 2012

Grupos de presión y mecanismos de financiamiento en las elecciones de EEUU: PAC’s, Súper PAC’s y g-527

Por Miguel Ángel Valenzuela Shelley.


Los grupos de interés o grupos de presión son un actor fundamental en el sistema político estadounidense. Para la lógica norteamericana ellos no son más que los individuos organizados a fin de proteger sus intereses; la única forma efectiva de hacerlo, como señalaría Arthur F. Bentley en su The Process of Government, desde 1908. Años, por cierto, de la profundización y/o estructuración de la(s) élite(s) del poder en los Estados Unidos. La influencia a través de la participación directa de estos grupos en la política es algo cotidiano en la política estadounidense, y de hecho es parte de la fórmula conflicto-equilibrio o pesos y contrapesos allende el exclusivo ámbito gubernamental. Es decir, a los pesos y contrapesos en el gobierno, acompaña el conflicto estable de los grupos de presión.

En los mismos años del despegue de las corporaciones a escala nacional (y hasta continental) surge el interés por ordenar –tal vez limitar- el papel de estos grupos específicamente en las elecciones. Es importante comentarlo porque no pasó lo mismo en el aspecto legislativo, en el que influyen de manera muy importante a través de los cabilderos o lobbyists groups. El Presidente Theodore Roosevelt, manifestó la necesidad de regular las aportaciones privadas a las campañas electorales, lo que sucedió con cierta rigurosidad hasta la década de los años setenta del siglo pasado.

Dada la necesidad de altos recursos financieros para las campañas electorales en sus distintos niveles, el financiamiento es una de las principales vías a través de las cuales los individuos puedes tratar de defender sus intereses y/o apoyar una agenda determinada. Posibilidad que se multiplica para las grandes corporaciones o grupos de poder como la National Riffle Association (NRA) o Christian Coalition (CC). La influencia de estos grupos ha sido una constante en el sistema político-electoral norteamericano, pero ha incrementado su influencia desde 1973 y aún más a partir de las elecciones generales del año 2000. En consecuencia ha habido intentos por ordenar las aportaciones de grandes empresas o grupos de poder, pero ambos han encontrado vacíos legales seguir aumentando su influencia. Actualmente las aportaciones pueden ser individuales o a través de herramientas como los Political Action Committees (PAC’s) locales, estatales y nacionales, Súper PAC’s o grupos 527. Veamos cada una de ellas.

El individuo puede aportar hasta 2,500 dólares por candidato por elección; esto quiere decir que está en la posibilidad de aportar a la campaña del candidato para la elección interna –por ejemplo, las primarias republicanas- y posteriormente para el mismo candidato (u otro evidentemente) en la elección general. Los PAC’s que fueron regulados entre 1971 y ’74, pueden aportar 5,000 dólares por elección; las corporaciones y sindicatos sólo pueden aportar a PAC’s locales, o bien, a PAC’s afiliadas a corporaciones. Pueden aportar hasta 10 mil dólares a un comité partidista local o estatal y hasta 30,800 dólares a un comité partidista nacional. ¿Cómo operan los PAC’s? Los PAC’s pueden organizar eventos para los candidatos, ya sean mítines, reuniones o recaudación de fondos (fund rising); hace campaña a favor o en contra de candidatos, políticas, iniciativas o legislaciones; y puede coordinarse con la campaña del candidato al que apoya, lo que es una gran diferencia con respecto a los Súper PAC’s y los grupos 527.

Los llamado Grupos 527 (g-527) –sustentados en la Primera Enmienda según la Suprema Corte, y así denominados por la Sección 527 del Internal Revenue Code- surgen con la campaña de George W. Bush de 2000 –con su principal operador político Karl Rove- con la finalidad de debilitar la campaña de Al Gore e inclinar las preferencias electorales en estados clave no definidos (swinging states) como Florida, Nevada y Ohio. Los g-527 no tienen límites de recaudación -es decir que pueden recibir cualquier cantidad en aportaciones- y no pueden donar directamente a la campaña, ni coordinarse con ella. Pero pueden gastar cualquier cantidad en realizar eventos o hacer campaña –casi igual que los PAC’s- a favor o en contra de políticas, iniciativas o legislaciones; pueden hacer campañas en contra de candidatos, pero no específicamente a favor de alguno. En las elecciones intermedias de 2010, los g-527 recaudaron más de 500 millones de dólares, siendo 131,873,954 de la Asociación Republicana de Gobernadores, y 64,708,253 de la correspondiente Demócrata.

Los Súper PAC’s surgen entre 2008 y 2010 como Comités Independientes, están autorizados por la Suprema Corte de los Estados Unidos, no tienen límite para recaudar o gastar, tampoco pueden coordinarse con las campañas que apoyan, pero sí pueden apoyar abierta y específicamente a un candidato; esta es prácticamente la única y gran diferencia con los g-527.

Dado que todo parece indicar que las elecciones próximas en los Estados Unidos (noviembre 2010) serán muy reñidas, será decisivo el papel de estos mecanismos en la definición del próximo Presidente norteamericano. En 2008 la Campaña de Barack Obama pudo, no sólo equilibrar sino superar, a las finanzas corporativas con simpatías Republicanas gracias a las aportaciones individuales, pero también de g-527 y Súper PAC’s, como MoveOn.org. Sin embargo, algunas de ellas, como la mencionada precisamente, ya no apoyan al Presidente Obama o (al menos) cuestionan fuertemente su Administración. ¿Serán capaces Barack Obama y su equipo de campaña, de volver a inspirar al electorado y sus chequeras? ¿Podrá superar las finanzas de Mitt Romney (todo parece indicar que será el rival de Obama) y corporaciones que ven al Demócrata como una amenaza a la élite de poder? Una vez más, habrá que seguir el dinero.

Para información detallada sobre el financiamiento a las campañas electorales se puede consultar la página www.opensecrets.org

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