Por Amando Basurto –
El primer
debate entre los candidatos presidenciales pasó dejando una estela de
desencanto y sinsabor político. Ninguno presentó un esquema serio y claro de
políticas públicas. Las descalificaciones sólo fueron agravadas por el nivel de
demagogia en los discursos. El incidente de la “edecán” playmate se ha reducido
a una disculpa por parte del IFE y se ha centrado en la vestimenta de la chica
en vez de enfatizar el grave problema que representa en el esquema general del debate:
una visión machista con un insultante rol de las mujeres en el debate.
Primero,
es totalmente innecesario tener a una “edecán” entregando las tarjetas de orden
alfabético a los y la candidata. No importa si la chica es voluptuosa y en un
vestido entallado o todo lo contrario; bien pudieron ubicar una urna con las
tarjetas al centro y pedir a cada candidato que se acercara para escoger la que
designaría su turno. El simple hecho de tener una “asistente” con la única
labor de ofrecer una cajita con tarjetas a los participantes resulta denigrante
y demuestra el enanismo mental de la producción. Segundo, invitar a una
periodista como Guadalupe Juárez a “moderar” al debate parece incluyente pero
acaba siendo un engaño –me hizo recordar el penoso caso de las “juanitas”. Su
participación se redujo a tomar y leer las tarjetas de los subtemas y preguntas
que estaban previamente acordadas para ser “debatidas”, a sonreír y decir “gracias” al final, o tras la interrupción, de la participación de cada
candidato. Ese trabajo lo pudo haber realizado, no una computadora, sino un
panel como el que se usa en programas de concurso como el de “Jeopardy”. ¿Para
qué tener a una mujer inteligente y profesionalmente preparada para “moderar”
un debate si solo va a leer tarjetas? Resulta insultante, por decir lo menos.
Con
respecto a la participación de los y la candidata, me parece interesante que se
puede hacer una comparación directa con los materiales de presentación y
propuesta que el Instituto Federal Electoral incluyó en el paquete que reciben
quienes votarán desde el extranjero. El contenido general del paquete puede
ser consultado en cualquier otro lado; lo que me interesa comentar es el
contenido y el formato con el que están presentados. Para comenzar, Josefina Vázquez
Mota, al igual que en el debate, se dirige a los lectores en segunda persona
del plural (estilo que contrasta directamente con el uso de la segunda persona
del singular por parte de Enrique Peña Nieto) en su presentación escrita y en
video. La candidata se refiere a los mexicanos en el extranjero como su amiga y
se dirige específicamente a aquellos que viven en los Estados Unidos de
América; presume de su flamante desempeño al frente de la Secretaría de
Desarrollo Social pero no menciona la reforma migratoria. Al igual que en el
debate su discurso es seco, memorizado e irreflexivo; el video está filmado en un set
que parece una oficina lo que refuerza su oficialismo.
Tanto
en el debate, como en su descripción escrita y en video, Enrique Peña Nieto se presenta
dirigiéndose al público en segunda persona del singular y presume su “cumplida”
gubernatura del Estado de México. El escenario en que está grabado el video
contrasta con el de Josefina, aparenta ser su hogar y detrás de él, fuera de
foco, aparece un retrato de su hoy familia ampliada. Su folleto hace más
énfasis en cómo transformar México que en la defensa de los derechos de los
migrantes; apoyar la Reforma Migratoria aparece como única referencia de
Política Exterior en lo que parece un anexo de última hora. Todo se concentra
en acusar el mal estado de la economía e inseguridad que él dice va a poder
exterminar.
El caso
de Andrés Manuel López Obrador es poco más disparejo. Durante el debate se
dedicó a informar con la intención de “ilustrar” cómo es que los de arriba
controlan los sistemas político y económico de México. En su folleto de
Propuestas que envía el IFE, AMLO también utiliza toda la primera, de dos y
media páginas, en poner como antecedente la existencia de una “pequeña minoría”
que se ha beneficiado de una política económica “entreguista”. Al parecer a
alguien en su equipo se le ocurrió que esa página y el debate eran el mejor
lugar para hacer ese tipo de análisis sin entender que ni las páginas en el
primero ni el tiempo en el segundo permitían espacios suficientes para un
argumento razonable. A eso hay que sumar que el perfil de AMLO es el peor
escrito; enfatiza más su lucha social que su experiencia al frente del gobierno
del Distrito Federal: “Se distingue por ser el principal crítico del rescate
bancario (Fobaproa) y el más importante líder de izquierda”. Pareciera que
alguien lo escribió sobre las rodillas en el último momento. Su video enfatiza
su entrevista con el vicepresidente Joe Biden, a quien le dijo que había que
concentrar la relación bilateral en desarrollo y quien, a su vez, le comentó
que el presidente Obama estaba consciente de la necesidad de una reforma
migratoria integral. Posiblemente por perder mucho tiempo hablando de
“antecedentes” y muy poco en propuestas, el video-mensaje de AMLO está tajado,
editado de manera forzada.
Finalmente,
Gabriel Quadri, como buen pupilo, se presenta y enlista sus propuestas de
manera muy ordenada. Su video parece una presentación de “power point” a la que
le sobrepusieron su figura en pleno discurso; tiene todo un perfil de
infomercial. Evidentemente tanto el video como el folleto muestran que Quadri
es el candidato que más puede “prometer” sin comprometerse; es decir, es el
candidato que más demagogia puede verter sin tomársela tan en serio (usualmente
la demagogia es un recurso discursivo para tratar de ganar una posición o cargo
político, pero él utiliza toda la mentira y super-demagogia que le permite el
saber que es casi imposible que gane la elección presidencial). Además de nombrarse
a favor de promover el respeto a los derechos de los migrantes propone (sin un
gramo de realismo) la extensión de elecciones desde fuera del territorio por
senadores, diputados y presidentes municipales desde todas las sedes
consulares. Propone una sexta circunscripción plurinominal que lo único que
haría es dar más asientos antidemocráticamente asignados a miembros del PANAL.
Peor aún, aunque el “medio ambiente” es el tema preponderante, Quadri hace
referencia a la educación antes que a temas como seguridad y legalidad.
Evidentemente, cuando se refiere a la educación en México no menciona la
palabra “evaluación” y el texto termina siendo un abominable panfleto condenado
a la irrelevancia.
Por desgracia los ciudadanos, dentro y fuera del
territorio
estamos condenados y limitados a una de estas opciones. El mes de
julio nos agarre confesados.
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