Por Miguel Ángel Valenzuela Shelley
Es a raíz del conflicto post
electoral del año 2000 (Florida) que se avivó el interés por conocer y entender
el sistema electoral estadounidense. Voto popular, Colegio electoral,
primarias, electores, distintas normas electorales por distrito y otros
elementos generaron sorpresa, confusión y necesidad de estudiar el sistema
electoral de la democracia norteamericana; una democracia que tiene tanto
aspectos profundamente antidemocráticos, como otros igualmente democráticos. Un
complejo sistema pragmático que ha logrado equilibrar el ímpetu democrático y
la necesidades corporativas.
El sistema electoral
estadounidense es resultado, como varios aspectos de su sistema político, de
una serie de indefiniciones iniciales que dieron lugar (no sin intención
necesariamente) a una serie de pugnas y arreglos pragmáticos a lo largo de la
historia que han definido -y siguen haciéndolo- sus procedimientos y
condiciones electorales. Esto va desde la elección del presidente hasta los
mecanismos de financiamiento en las campañas.
Normas electorales.
Existen dos tipos de elecciones
en los Estados Unidos: las primarias, que lleva a cabo los partidos políticos
para definir a sus candidatos, y las generales, en las que se elige tanto al
Ejecutivo como al Legislativo en sus diferentes etapas. Los artículos I y II de
la Constitución de los Estados Unidos de América, indican cómo y cuándo se
elegirá a la Cámara de Representantes, la Cámara de Senadores, al Presidente y
Vicepresidente. En ellos se establecen requisitos para ser electo, así como
mecanismos y fechas del proceso[1].
A lo largo del tiempo ha habido
una serie de Enmiendas tendientes a consolidar y/o regular al sistema electoral
desde diversas perspectivas. La Enmienda XII (1804) establece que la votación
por Presidente y Vicepresidente será por separado, de tal forma que habrá
candidatos para cada uno de los cargos mencionados. Ella misma define
procedimientos para la elección de ambos cargos en dado caso de que ningún
candidato obtenga la mayoría, recayendo la responsabilidad de la elección ya no
en el Colegio Electoral sino en el Congreso. La Enmiendas XV (1870), XIX (1913)
y XXIV (1964) defienden el derecho al voto frente a cuestiones raciales, de
género y por no haber cumplido sus obligaciones fiscales.
La Enmienda XVII (1913) permite
la elección del Senado por parte de los ciudadanos y reitera que cada estado
contará con dos senadores; asimismo establece las acciones a seguir en caso de
una vacante. La Enmienda XXII (1951) limita a dos el número de períodos
presidenciales, es decir una elección y una re elección. La Enmienda XXIII
(1961) otorga al Distrito de Columbia (Washington, D. C.) un número de
electores en el Colegio Electoral igual al número de electores que tuviera si
fuera un Estado, pero no mayor al número de electores que tenga el estado con
menor representación. Por último, la Enmienda XXVI (1971) establece en 18 años
como la edad mínima para obtener el derecho al voto.
Tipos de elecciones.
Como se mencionó hay dos tipos de
elecciones en los Estados Unidos; generales y primarias. En las generales se
elije al Presidente, al Vicepresidente, a la Cámara de Representantes cuando
así sea necesario, y a un tercio del Senado cada dos años. Los senadores se
dividen en junior (sus 2 primeros años) y en senior (sus períodos de 2 a 4 años
y de 4 a 6 años). Las elecciones primarias son los procesos de elección de
candidatos que llevan a cabo los partidos políticos; estas son elecciones en
casillas, como las conocemos, o caucus. El caucus es un procedimiento en el que
las personas reunidas en un centro comunitario, deportivo, escuela, etcétera,
definen el apoyo a los principales candidatos, con base en la repartición
porcentual de acuerdo al total de participantes del caucus. Depende de las
reglas de cada distrito, se requiere ser miembro registrado de un partido o no.
En algunos casos, inclusive se puede ser miembro de un partido y participar en
el caucus del otro.
Cada partido define la cantidad
de delegados a la Convención Nacional, lo que a su vez establece el número de
delegados necesarios para obtener la candidatura presidencial. El Partido
Demócrata tiene 3,328 delegados y 694 superdelegados, y se requiere del apoyo
de 2,778 para obtener la candidatura. El Partido Republicano cuenta con 2,166
delegados, 120 superdelegados, y se requieren 1,144 delegados para conseguir la
candidatura presidencial[2]. Este año la Convención Nacional
Demócrata se realizará del 3 al 6 de septiembre en Charlotte (North Carolina) y
la Convención Nacional Republicana del 27 al 30 de agosto, en Tampa (Florida).
Instituciones electorales.
Al no existir un organismo
federal que organice las elecciones, la Constitución sólo establece que estas
se realizarán el martes siguiente al primer lunes de noviembre, la organización
de los proceses electorales recae en el Departamento de Estado de cada entidad
federativa. El Departamento de Estado “estatal” debe coordinarse y establecer
algunos lineamientos con los distritos electorales, los que –por ejemplo-
definen el diseño de la boleta electoral. Por tanto, el día de la elección se
llevan a cabo 51 procesos electorales -50 estados más el Distrito de Columbia- cada uno compuesto por distintos
procedimientos, según los distritos. Otra institución electoral estatal sería
el Colegio Electoral estatal, compuesto por los electores de cada estado, los
que expresan el sentido de su voto al Senado.
El Colegio electoral es, a fin de
cuentas, el organismo que decide la elección –a menos que ningún candidato
alcance los 270 votos necesarios, en cuyo caso el Congreso lo haría; la Cámara
de Representantes elegiría al Presidente bajo la metodología un estado un voto,
y el Senado al Vicepresidente - y está compuesto por electores estatales. La
cantidad de electores de un estado está definido por el número de
Representantes y Senadores con los que cuenta el estado. Por ejemplo, New York
tiene 31 electores en el Colegio, lo que quiere decir que cuenta con 29
Representantes y 2 Senadores, Texas con 34 electores, posee 32 Representantes y
2 Senadores. De tal forma que el Colegio Electoral tiene 538 electores (100
Senadores, 435 Representantes y 3 electores de Washington, D. C.)[3].
Aunque la mayor parte de la
elección recae en los estados, existen dos instituciones federales relacionadas
con el proceso; la Federal Election Commission y la Electoral Assistance
Commission. La primera fue creada en 1975, luego y debido al escándalo de
Watergate, y su tarea es vigilar el gasto público en las campañas, así como
evitar desvío de recursos hacia ellas. La segunda, creada en 2003 como
resultado de problema post electoral en Miami-Dade, puede –en caso de así
requerírsele- asesorar a los distritos electorales en el diseño de las boletas.
Voto popular vis a vis voto electoral.
El voto popular es el
voto ciudadano y el voto electoral corresponden al Colegio Electoral, y estos
pueden no ir en concordancia. De hecho una crítica al sistema electoral
estadounidense, es que un candidato puede perder todos el voto popular, no
obtener un solo voto en 39 estados más Washington D. C., pero si logra el voto
de los electores en California (55), New York (31), Texas (34), Florida (27),
Pennsylvania (21), Illinois (21), Ohio (20), Michigan (17), New Jersey (15),
North Carolina (15) y Georgia (15), sería el próximo presidente de los Estados
Unidos, toda vez que alcanzaría los 271 votos requeridos. Con ello, perdería el
voto popular, pero ganaría el voto del Colegio Electoral. Esto ya ha sucedido,
de hecho en tres ocasiones, siendo la más reciente en el año 2000 en que George
Walker Bush logró la presidencia, a pesar de haber perdido el voto popular por
más de medio millón de votos.
[1] Para mayores detalles sobre
los requisitos y condiciones para ser electo y el proceso mismo acudir a
http://www.archives.gov/espanol/constitucion.html
[2] Los superdelegados son
miembros importantes del Partido que cuentan con mucha influencia en la
definición de los delegados, principalmente de aquellos no comprometidos.
Algunos estados otorgan delegados a la Convención, que pueden definir su voto
en ella.
[3] Sólo los estados de Maine y
Nebraska pueden dividir los votos de los electores, los demás estados otorgan
la totalidad de ellos a quien gane el voto popular.
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