Por Miguel Ángel Valenzuela Shelley.
Las elecciones primarias del
Partido Republicano y las generales de noviembre ya comienzan a calentarse y
sazonarse, con lo que el sube y baja de las preferencias electorales comienza
su vaivén. Los comicios del Partido Republicano (también conocido como Grand
Old Party, GOP) en estados sureños sorprendieron por la distribución de los
delegados, lo que sigue contribuyendo a la candidatura de Mitt Romney. Se sabía
que el sur se repartiría entre Rick Santorum y Newt Gingrich al haber mayor
identificación a través de los valores sociales, y que le sería complicado a
Romney convencer al duro conservadurismo sureño. Sin embargo en buena medida
esas eran suposiciones educadas –educated
guess- pues en realidad no hay mucha aceptación de buena parte del
electorado del Sur estadounidense con respecto a los tres principales
candidatos republicanos.
De acuerdo a estudios del
Washington Post y ABC News, los electores del sur perciben a Mitt Romney como alguien
perteneciente a la élite financiera de Massachusetts totalmente ajeno al mundo
sureño. A Rick Santorum como un católico del noreste que aunque tiene mayor
cercanía con los valores del sur, no es
Protestante, no toma el football enserio, y no tiene un cantante favorito de
música country; y estos son factores muy importantes para los electores
sureños. Newt Gingrich es un nativo de Pennsilvania que llegó a Georgia hasta
la secundaria, y es conservador pero no lo suficiente. Estas percepciones
pueden explicarnos por qué el pasado Martes 13 de marzo Santorum y Gingrich
vencen a Romney en Alabama y Mississippi, pero tan sólo por 5 y 2%
respectivamente. Y recordemos que el propio equipo de campaña del otrora
gobernador de Massachussets, daba por perdido todo el sur hace apenas una
semana.
En Alabama Santorum obtuvo 19
delegados, Romney 12 y Gingrich 11 faltando aún 8 por designar; se esperaba más
diferencia entre los primeros y que Gingrich superara a Romney. Pero llama más
la atención Mississippi, ya que aunque Santorum obtuvo 33% de preferencia
frente al 31% de Romney, el ex gobernador consiguió 14 delegados y el ex
senador 12, pues es prerrogativa de algunos delegados elegir al candidato que
prefieran amén del resultado de los comicios. De tal forma, luego de 30 estados
en las elecciones primarias del Partido Republicano, Mitt Romney sigue
apareciendo como el candidato inevitable con cerca de 500 delegados (492, 495 ó
498, depende la fuente consultada); Rick Santorum como el sorpresivo gran retador
con 252, y Newt Gingrich, para quien the
game is over según varios analistas y miembros del GOP, con 131. El sur
está reflejando las debilidades del GOP en su interior, de cara a las
elecciones de noviembre.
Hasta hace una semana Barack
Obama estaba arriba en las preferencias electorales ante cualquier adversario
Republicano, pero las cosas han cambiado; ahora el Presidente Obama perdería
con Mitt Romney (49-46%) y estaría empatado con Santorum. Y lo que es peor para
los Demócratas, se han disparado las opiniones negativas con respecto al
desempeño del Presidente Obama. La razón de ello es el impacto en la economía
familiar por el alza en el precio de la gasolina, eso ha provocado une efecto
dominó en las percepciones relacionadas a la economía. La mayoría de los
estadounidenses opinan que Obama ha hecho un mal trabajo en los relacionado a
economía, presupuesto y precio de la gasolina. Por ello es que los demócratas
deben mantener el tema de las elecciones en cuestiones sociales, que es de
hecho el tema que está dividiendo a los Republicanos y alejando a las mujeres
del voto por el GOP. El electorado percibe a los demócratas como más afines a
las necesidades de los diferentes grupos étnicos y valores sociales en buena
parte de la nación norteamericana, pero confía más en el manejo de la economía
por parte de los Republicanos.
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