Por Miguel Ángel Valenzuela Shelley
El pasado miércoles 30
de mayo en Ciudad Universitaria se realizó la Primera Asamblea del
Movimiento #YoSoy132, reuniendo a 54 universidades del país, públicas y
privadas, logrando una participación de más de 6,500 personas; como es
de suponer muchas de ellas no pudieron desplazarse a la Ciudad de
México, pero continúan articulándose a través de la Internet. Este paso
era fundamental para la consolidación del Movimiento y su posible y
–definitivamente- deseable trascendencia política, al expresar el
descontento generalizado y dirigirlo a puntos que impacten la estructura
democrática mexicana, así como las condiciones en que ella de
desarrolla.
En la Asamblea #YoSoy132 definió que es un movimiento político y apartidista, incluyente, plural y pacífico.
Esto fue uno de los principales e incluso polémicos acuerdos, ya que a
cinco semanas de la elección y ante un claro –y ya reconocido-
desplazamiento de las preferencias electorales, en buena medida por el
propio Movimiento, debía aclarar y/o definir si seguiría sin apoyar
tácitamente a un candidato o hacerlo. Existen diversas críticas,
evidentemente priístas en su mayoría, que señalan que no es apartidista
toda vez que si bien no apoyan claramente a un candidato –aunque
sobresalen pancartas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en las
marchas, arguyen- sí son anti Enrique Peña Nieto (EPN), y eso diluye su
apartidismo. Lo que parecen no entender estos críticos, es que EPN
representa un sistema, una élite del poder, una clase política, que
rechazan los estudiantes –y me atrevería a asegurar, millones de
personas en el país representadas por estos jóvenes, por #YoSoy132- cosa
que se aclara en el comunicado de la Asamblea, aunque ya podía
adivinarse. Mismo caso parece sufrir el columnista Ricardo Alemán, quien
se pregunta ¿quién paga este movimiento? ¿quién está detrás? Detrás,
señor Alemán, están la indignación y el hartazgo de muchos años; menuda
carga le hemos heredado a estos muchachos. En consecuencia, la sociedad
–y principalmente- los profesores universitarios debemos estar con
ellos, pero no sólo en las redes sociales.
Mantenerse como
apartidista fortalece al propio Movimiento, pero lo que logra su
posibilidad de trascender la coyuntura es la ampliación de objetivos
políticos en y al margen de la coyuntura electoral. En ese sentido la
Asamblea estableció su identidad política al estar en contra de la manipulación y las imposición mediáticas que pretenden restaurar el viejo régimen;
señalar el autoritarismo, violencia de Estado y opacidad en la toma de
decisiones y otras prácticas antidemocráticas del régimen priísta. En lo
referente a la coyuntura electoral, #YoSoy132 hizo un llamado a la
participación ciudadana –allende el IFE, dada su limitada credibilidad-
para garantizar un proceso limpio, sin sospechosismos. Pide un código de
ética para los medios de comunicación, vigilado por (y con la creación
de) un Ombudsman.
El Movimiento también definió su Agenda post electoral,
concentrándose en la relación entre medios de comunicación y procesos
democráticos, transparencia y rendición de cuentas, política educativa,
salud y ciencia tecnología. En estos temas hay cuestiones importantes
como gratuidad de la educación, erradicar el analfabetismo, incremento
del presupuesto a ciencia y tecnología, divulgación científica y la
creación de una Secretaría que atienda precisamente dicha área. Sin
embargo, me parece que #YoSoy132 debió ser más incisivo en una Reforma
política que abriera espacios en la toma de decisiones políticas y
gubernamentales (referéndum, plebiscito, revocación de mandato). Con
ellas, se atacaría la concentración de poder y se comenzaría a construir
un nuevo modelo democrático, una nueva relación entre representantes y
representados; menor poder para el gobernante, mayor responsabilidad
para la ciudadanía.
Las resoluciones ahora se votarán en cada
universidad y el próxima Martes 5 de junio se comunicarán las
resoluciones finales de #YoSoy132. Pero la tarea pendiente para quienes
deseamos dar un paso más en la transformación de este país, es apoyar al
Movimiento, también con críticas y señalamientos, pero no sólo apoyarlo
con un like de Facebook.
Creo que #YoSoy132, es la tinta roja que está expresando nuestro descontento.
P. S. Quien esto escribe es parte del Movimiento.
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